El retorno
Algunos iniciamos ahora, ya, el retorno. En mi caso, acabo de regresar de un viaje por Argentina, mitad profesional, mitad de placer. Aunque no ajeno, porque eso desde que existe Internet ya no es posible, he estado lejos de este agosto tan malo para nuestra clase política y para todos, claro: incendios, el teniente (presunto) torturador, la muerte de diecisiete militares en Afganistán…Dentro de una semana vuelven las tertulias, los talibanes del micrófono, los columnistas, los políticos en pleno, los consejos de ministros, a encender nuevamente la tensión. Estamos ante un curso político importantísimo, en el que se plantean cuestiones fundamentales, desde la famosa territorial (a ver por dónde nos salen con el Estatut catalán) hasta la reforma constitucional, pasando por la Ley de Educación, las negociaciones con ETA (¿qué estará ocurriendo ahi?). He empezado a ordenar el material para un libro sobre estos dos últimos años apasionantes: cuando te pones a repasar apuntes, salen cosas espeluznantes sobre la incapacidad de muchos de nuestros políticos y también de muchos colegas periodistas. No diré que es un panorama desolador (todavía), pero todos tenemos mucho que mejorar; ¿son los propósitos de la enmienda del principio de curso? En fin, a ver si entre todos cooperamos a facilitar un país más tolerante, más moderado, donde los fanáticos y los que quieren fanatizarnos por intereses al menos extraños tengan cada vez menos cabida. Animo, blogueros, que el futuro es nuestro. O casi. Lo digo un poco para animarme a mí mismo en el momento de concluir las vacaciones. Y os quiero animar a vosotros también: el futuro empieza hoy.