Pentamanía

Instigados por el meme del amigo Prieto, y en mi caso personal por César Calderón, tenemos todos que confesar las cinco manías más gordas que nos distinguen y nos esclavizan. Y está bien, porque por sus manías los conoceréis, dice la Biblia (más o menos). Ahí van las mías:

1.-Soy un auténtico hipocondríaco. Sobre todo, para los demás. Me paso la vida tratando de mandar al hospital a los que me rodean en cuanto tosen un poco o dicen que tienen un dolorcillo en la espalda. Sí, soy un aprensivo. En lo personal, también: basta con que alguien me cuente un síntoma para que yo esté seguro de que me pasa lo mismo. Nunca lo he pasado peor que leyendo una enciclopedia médica: me parecía tener todas las enfermedades que allí se enumeraban.

2.-Soy un dibujómano. En las ruedas de prensa, en el despacho, en las tertulias de la radio, en todos lados, se me va la mano hacia el dibujo. Caricaturas de nadie en particular. No dibujo mal (eso), aunque se me da fatal lo que llamaríamos dibujar-dibujar. Y eso que hice pinitos en La Codorniz…

3.-Fan del sol. En cuanto sale un rayo, hala, para mí. No puedo soportar un sábado o un domingo sin salir de paseo con los perros y sólo me reprimo si nieva o llueve. Y como casi nunca nieva y llueve cada vez menos… Me pone de mal humor desperdiciar un día soleado, incluso en verano.

4.-En películas, las antiguas de la serie negra, sobre todo con Humphrey. En novelones, Jeffrey Archer (ya sé que es un golfo y todo eso, pero el tío tiene arrastre en el thriller, aunque sea facilón). Por lo demás, sigo fiel a Cortázar (no os perdáis la exposición que van a hacer el mes que viene en Madrid; se inaugura el 21 de febrero) y a Kafka. En música soy un negao. Una oreja enfrente de la otra. Pero me sumo al año Mozart.

5.-Necesito dormir con un almohadón suplementario. No me basta con la almohada. Creo que, si no tengo la cabeza muy alta, se me subirá la sangre a la cabeza.

Y reto a otros cinco a que se sumen a la cadena:

Nacho Escolar

Pablo Muñoz

Mi amigo el jabalí

Pepe Cervera

y, claro, mi concejala favorita

y no, el talibánemoticon, por favor, que no entre en esto. El sólo tiene manías. Y lo siento, César (Calderón), pero las manías de César Vidal, el omniólogo, tampoco me interesan un carajo.

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