Otegi
Leo en un foro que alguien se escandaliza ante el interés que algunos muestran en que se encarcele a Otegi, que se le impida hablar y reunirse. Otegi no es precisamente mi héroe; más bien lo contrario. Pero es el representante de ese otro lado con el que no queda más remedio que negociar. Y la política es eso: aprender a tragar sapos.