La ‘España veinte-veinte’

Queridos bloomsburianos:
Como os prometí, y con el lógico retraso debido a que voy siempre de cráneo, os dejo aquí algunas reflexiones de índole teórico-práctica para que, si os parece bien, me adjuntéis sugerencias, críticas, ideas…Me gustaría hacer una plataforma altamente participativa con todos vosotros, que sois tan importantes, al menos, como yo y como los personajes a los que solicitemos colaboración para el libro final.
Un abrazo a todos.

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‘España veinte-veinte’: un plan de acción

Exposición de motivos: por qué, para qué

Quién sabe, a esta velocidad, cómo será España en el año dosmilveinte. El ‘Veinte/veinte’ que ya estudia la Unión Europea y por el que se preguntan analistas, ‘think tanks’, estados mayores de los partidos, grandes empresarios y, en fin, todos los ciudadanos preocupados por el futuro a medio plazo.

Lo que parece indudable es que, desde 2008, por poner una fecha de salida, se ha iniciado una nueva etapa en un ámbito global, europeo y, desde luego, nacional. Nuestra pretensión es entrar en este último círculo, dejando de lado ambiciones más amplias, que excederían nuestra capacidad de análisis y acaso también de conocimiento.

Partimos de la base de que ni los programas políticos, ni los análisis periodísticos al uso, han podido profundizar suficientemente en el alcance de esta nueva etapa, a la que algunos quieren llamar segunda transición. España es un país con una patente carencia de foros de pensamiento independiente: puede, quién sabe, que sigamos anclados en la maldición de la improvisación permanente.

Estamos en un momento crucial de nuestra Historia. Ante una posible transformación en el signo del Gobierno, ante un relevo, a medio plazo, en la cúpula del Estado, ante la interrogación de quiénes somos y hacia dónde vamos desde diversos puntos de vista: territorial, social, económico…Estamos ante dos convocatorias electorales cruciales.

Posiblemente, nunca como ahora, desde que comenzó la transición desde la dictadura hacia la democracia, hemos tenido los españoles que discurrir por caminos tan diversos, que imaginar soluciones tan nuevas –quizá inéditas—para asentar nuestro futuro. Pero los partidos, los medios, las instituciones, la propia sociedad, permanecen anclados en el presente, que es la mejor forma de quedarse en el pasado. Pero la clase política, los intelectuales, las corporaciones, se muestran incapaces, parece, de abrir foros de reflexión, debate y decisión que puedan hacer frente a los retos del futuro, al cambio inevitable, vertiginoso.

Esa es la tremenda contradicción que vivimos: todo está abierto y, sin embargo, todo permanece cerrado. Quién sabe a qué estamentos les corresponde poner la primera piedra en la arquitectura del futuro. Lo mejor, sin duda, es pensar que son todos los sectores de la ciudadanía los que deben encargarse de poner en orden de combate las nuevas ideas, sector por sector, actividad por actividad, para poder mirar de frente al futuro, que llega, pese a quien pese.

Afrontando el debate: ¿Cómo debe ser la España de dosmilveinte?

Quienes proponemos el debate ‘España, veinte-veinte’ no somos sino un grupo de profesionales, procedentes de distintas ideologías y disciplinas, pero que encaramos nuestro trabajo desde la independencia ideológica y metodológica. Pensamos que hay que trascender muchas de las polémicas puntuales que actualmente lastran nuestro panorama político para embarcarnos en una aventura apasionante: contribuir, en la humilde medida de nuestras fuerzas, a diseñar el futuro. ¿Cómo será, cómo debe ser, la España de dosmilveinte?

No podemos afrontar la tarea solos: hay que involucrar en ella a la mayor cantidad de elementos válidos de la sociedad que encontremos y que se presten a este trabajo. Nos consideramos apenas una molécula en lo que debería ser un enorme engranaje, convencido de que, así, con estos mimbres agotados, manoseados, no llegaremos muy lejos.

Las elecciones generales de 2012, en España, deben constituir un hito. Al menos, un punto de partida. Ya no se pueden hacer las cosas como se hacían. Muchas cosas deben ser diferentes, partiendo, eso sí, de cuanto haya de aprovechable, que no es poco. El mundo, Europa, España, necesitan emprender reformas profundas y urgentes: la crisis que nos abruma lo demuestra, y puede que en España –que es el caso que nos ocupa—más que en ninguna otra parte. Al menos, así, de manera algo egocéntrica, lo sentimos.

Pocos países como España, en efecto, se plantean, con tanta desolación, tan dramáticamente, su futuro inmediato. El de la España del dosmilveinte.

Los sectores a estudiar

España se halla ante un evidente cambio político, sea cual sea el resultado de las inminentes confrontaciones electorales. Lo lógico sería que los programas electorales con los que las distintas formaciones concurren a estas elecciones incorporasen elementos ‘revolucionarios’ relacionados con aspectos como la reforma constitucional, de la normativa electoral, de los planteamientos territoriales, económicos, sociales, institucionales. Hay que reafirmar la Constitución, la legislación en materia de elecciones, el futuro de la Corona, la estabilidad de algunas instituciones (Tribunal Constitucional, Consejo del Poder Judicial, Tribunal de Cuentas, Consejo de Estado, cámaras legislativas…). Es preciso redefinir el Estado de las Autonomías con un nuevo reparto de competencias. Dotar a los órganos de control de más competencias…

Podríamos añadir una larga lista de materias a abordar. Desde la educación hasta la cultura o la energía. Pasando por cómo va a cambiar la tecnología la vida cotidiana de los españoles, desde el consumo de medios informativos hasta el ocio. La lista es larga y abarca a casi todas las actividades del ser humano, confrontado en esta década con la irrupción de avances tecnológicos impensables hace no muchos años. Avances a los que, desde luego, nuestras leyes fundamentales son ajenas. No los contemplan.

Así, resulta difícil pensar que haya algún sector de la vida profesional o incluso social que no se vea afectado por la revolución en marcha. Una revolución que sería erróneo considerar solamente tecnológica: es ideológica, práctica, inevitable. ¿Seremos capaces de planificarla?

En todo caso, a continuación, en la segunda parte de este esquema, intentaremos acotar algunas parcelas para ese estudio, que se prolongará durante todo el año próximo y procuraremos que tenga diversos hitos. Y algunos resultados tangibles.

Cómo afrontar el trabajo

Hemos de partir de la base de nuestras limitaciones. Somos apenas un grupo, abierto y en expansión, que mantenemos unos ideales de cambio ajenos a ideologías establecidas, dogmas o prejuicios. Creemos que solamente desde la independencia es posible afrontar la tarea de pensar, estudiar y sugerir caminos. Y eso solamente podremos hacerlo en grupos, desde parcelas diferentes de estudio. Gentes que han ocupado posiciones relevantes en el pasado, que desempeñan funciones importantes en el presente y que están llamadas a hacerlo en el futuro. Y personas que, simplemente, lejos de esas actividades destacadas, quieren enrolarse en la meditación y el análisis.

Todo ello, claro está, sin más ánimo de lucro que el saber que contribuirán a hacer un mundo mejor que el que encontraron para sus hijos. Sin más ambición que la de aportar su esfuerzo, valga de lo que valga, a ese mundo mejor.

¿Es una utopía? El debate nunca lo es. La planificación de un futuro deseable es consustancial al género humano; lo que ocurre es que el género humano, a veces, lo olvida. Hay amplios colectivos dispuestos a sumar sus esfuerzos, sin mayores expectativas, a una tarea grandiosa, aunque no nos haga materialmente grandes. El mundo se mueve por las ideas y por las ambiciones.

¿Qué hacer? Simplemente, fomentar el debate. Desde la independencia posible (y deseable). Desde la pluralidad ideológica (al fin y al cabo, lo previsible es que las grandes formaciones tengan que acabar pactando en un futuro inmediato las grandes reformas). Desde puntos de vista profesionales y técnicos muy diversos: la realidad es ya demasiado rica como para pretender compendiarla desde un solo gabinete de estudio.

De ahí la multiplicidad de personas y saberes que necesitamos. Y queremos predicar con el ejemplo: ojala nuevas iniciativas como esta, en paralelo o yuxtapuestas, se pongan pronto en marcha.

Quiénes somos

Nuestro núcleo inicial es relativamente modesto: un grupo de profesionales de procedencias diversas que coinciden en la conveniencia de poner en marcha una reflexión que también sirva para orientar a los partidos a la hora de elaborar sus programas electorales. Periodistas, abogados, académicos, politólogos, economistas, urbanistas. Algunos tuvieron, o tienen, o tendrán, cargos políticos, posiciones relevantes en instituciones, en la sociedad. Otros, no necesariamente: han decidido reservar lo mejor de su tiempo para pensar, escuchar, escribir. Una de las lacras más empobrecedoras de nuestro tiempo es el afán de las clases dirigentes por llenar sus agendas minuto a minuto, de manera que no quede espacio para la reflexión, para la especulación, para la imaginación, para la creación…ni para el aprendizaje. En cualquier caso, estamos abiertos a nuevas incorporaciones y, desde luego, al debate de las ideas a través de Internet.

No queremos ser un grupo de gente importante, de nombres sonoros. Ni siquiera pretendemos ser un coto cerrado: estamos abiertos a nuevas incorporaciones, sugerencias, críticas. Nos justifican nuestros afanes. Podemos firmar manifiestos, artículos en prensa, organizar congresos, escribir libros colectivos: todo ello será el inicio de un camino. Puede que algunos de nosotros ni siquiera lleguemos a ver esa ‘España veinte-veinte’ que tratamos de desentrañar: nuestro premio será imaginarla más de cerca.

En un segundo estadio de este esquema ofreceremos algunos ejemplos de quiénes pensamos que podrían animar los distintos hitos de este debate. En cualquier caso, en los trabajos participarán también los miembros del Consejo Editorial del Grupo Diariocrítico, presidido por el ex presidente del Tribunal Constitucional y ex ministro Manuel Jiménez de Parga, e integrado por ex ministros de diversas procedencias (Isabel Tocino, Pilar del Castillo, Luis González Seara, Rafael Calvo Ortega, Manuel Pimentel, Julián García Vargas, Pío Cabanillas, Virgilio Zapatero entre otros), abogados (Luis Martí Mingarro, Jaime Olleros), periodistas (Eduardo Sotillos, Luis del Olmo), comunicadores (José Luis Sanchís, José Antonio Llorente, Nuria Vilanova), economistas (Juan Iranzo), empresarios, sindicalistas…hasta un total de veinticinco personalidades, como Rodolfo Benito, Mercedes de la Merced, Gabriel Elorriaga Fernández, Juan Ramos, Ramón Irigoyen, Raimon Martínez Fraile, Calixto Ríos y Carlos E. Rodríguez.

Pasos a dar

Primer paso: los cursos de la UIMP y de El Escorial.

El debate, obviamente, ha de concretarse, definirse, acotarse. También limitarse en el tiempo. Estimamos que el año 2011 ha de ser el de los grandes debates, globales y sectoriales.

El primer toque de atención global acerca de las cosas que deberían cambiarse en la ‘España 20/20’ debería centrarse, acaso, en la inauguración de los cursos de verano de la Universidad Menéndez y Pelayo, bajo el título, precisamente, de ‘España dosmilveinte: qué hacer’. Trataremos de que la inauguración esté presidida, además de por el presidente de Cantabria, D.Miguel Angel Revilla, por la vicepresidenta económica, Elena Salgado. Trataremos de contar con la participación de constitucionalistas, encabezados por el ex presidente del Tribunal Constitucional, Manuel Jiménez de Parga y por el presidente del Consejo de Estado, Francisco Rubio Llorente; urbanistas, como Jerónimo Junquera; economistas, como Miguel Angel Fernández Ordóñez, Juan Iranzo o Emilio Ontiveros; catedráticos como Gregorio Peces-Barba; gentes relacionadas con las nuevas tecnologías, como Javier Rodríguez Zapatero o Miguel Pérez Subías (presidente de la Asociación de Usuarios de Internet); periodistas, como Fernando Onega, Fernando Jáuregui, Miguel Angel Aguilar; sociólogos, como Fernando Savater, Julio Feo o José Antonio Marina; abogados, como Miquel Roca o Antonio Garrigues; políticos, como Artur Mas, Josu Jon Imaz y Mariano Rajoy…

Este sería, en torno a finales de junio, el punto de partida. Las reformas constitucional y de la normativa electoral, los retos que la tecnología impone a nuestra vida cotidiana, el fin del estado de bienestar y del concepto de centros financieros tal y como ahora los conocemos, la redefinición del territorio, los nuevos conceptos de urbanismo, el afianzamiento de la forma de Estado, serían algunos de los grandes temas a tratar en este primer seminario. Iría seguido por otro, en los cursos de verano de El Escorial, en formato aún por definir.

Segundo paso: debates sectoriales.
Tanto a lo largo del verano de 2011 como en el otoño de ese mismo año, trataríamos de celebrar dos o tres debates sectoriales en otras tantas ciudades españolas, en torno a temas puntuales de entre los tratados genéricamente en la Universidad de Cantabria. Trataremos de contar para ello con la ayuda de algunos presidentes autonómicos y la presencia de algunos de los invitados más destacados de entre los asistentes a los cursos de la UIMP y de El Escorial , además de otros que se incorporen al proceso. Cuestiones como el fin del estado de bienestar, el proceso autonómico, aspectos relacionados con las nuevas tecnologías o la reforma electoral podrían ser los asuntos específicos abordados.

Tercer paso: congreso iberoamericano de periodismo.
A finales de noviembre de 2011, tendría lugar el VI congreso Iberoamericano de Periodismo, en torno al tema ‘las necesarias reformas constitucionales’. Se celebrará en Cádiz, con asistencia de constitucionalistas destacados de varios países iberoamericanos, periodistas y políticos de estos países. Auspiciado por el Ayuntamiento de Cádiz, la Sociedad General Iberoamericana, el Grupo Diariocrítico y empresas privadas. Invitaremos a los Príncipes a ser presidentes de honor de este evento, el sexto tras los celebrados en Valencia, Burgos, Cáceres, Santiago de Compostela y Comillas (Cantabria). Todos ellos fueron inaugurados por los presidentes autonómicos respectivos, además de por destacadas figuras del Gobierno y la oposición, o, incluso, por los Príncipes de Asturias (en Cáceres).

Cuarto paso: presentación del libro ‘España 20/20’.
Desde noviembre de 2011 y hasta febrero de 2012, casi vísperas de las elecciones generales, se presentaría el libro ‘España 20/20’, con varios autores, en torno a los temas tratados en los seminarios. Se trataría de hacer presentaciones en las principales autonomías españolas, organizadas por el Grupo Diariocrítico, las comunidades autónomas de que se trate y empresas privadas.
En el libro participarán, además de varios de los citados, una variedad de colaboradores, coordinados por los periodistas Fernando Jáuregui, Raúl Heras, Javier Fernández Arribas , Fernando Pajares y Manuel Angel Menéndez, autores de otros varios libros de historia política contemporánea, además de por otros profesioanles, como el editor Basilio Rodríguez, el abogado Emilio Renedo o el economista José Manuel Pazos. Estarán encargados de dar forma a esta obra colectiva y de recopilar colaboraciones notables; se procurará la participación de firmas destacadas de especialistas en Derecho Constitucional, normativa electoral, economía, ciencia, tecnología, urbanismo…Escribirán en esta obra gentes del Gobierno, de las oposiciones, de las nacionalidades. La obra será un compendio de iniciativas reformistas y regeneracionistas de cara a la España de dos mil veinte, con la vista puesta en un necesario debate, que debería ser incorporado, en algunos de sus aspectos, por los programas electorales de los partidos políticos. En este sentido, las presentaciones del libro por las diversas autonomías casi coincidirán con la precampaña de las elecciones generales y con el primer período poselectoral.

Como es obvio, este es un programa de actuación ambicioso, pero perfectamente realizable; de hecho, algunos pasos (seminario de la UIMP, congreso de Cádiz) ya están dados. También los primeros movimientos hacia la realización del libro sobre ‘España 20-20’ se han iniciado. Consideramos que el programa tendrá enorme repercusión, si se desarrolla adecuadamente, en los medios de comunicación españoles e iberoamericanos (de hecho, también será presentado en la próxima ‘cumbre’ iberoamericana de 2011, a celebrar en Paraguay).

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